Argentina tiene casi todo definido

El entrenamiento vespertino del seleccionado nacional de tenis confirmó muchas de las sospechas, intrigas y elucubraciones de los últimos días: Eduardo Schwank y David Nalbandián de un lado. Los tandilenses, Mónaco y Del Potro, del otro. Un largo set de dobles, con el acento en los primeros, afirmados en la experiencia del cordobés y el ímpetu de Schwank. Casi el dobles cantado. Falta la confirmación, claro, pero hace rato que realizan entrenamientos en conjunto. Y los profundizaron en las últimas horas.
El único inconveniente estuvo por el lado del sol. Sí, ese sol que bendecimos en las tardes apacibles de Andalucía, pero que se filtra en el techo del Estadio Olimpico de La Cartuja y genera severos inconvenientes en la vista de los jugadores. Es que el estadio tiene una cubierta que produce una sombra en su, casi, totalidad. Pero deja un filtro que, cuando la pelota aparece por su sector, “ciega” la visión del tenista y pierde el control de la pelota. Algo así le pasó a Nalbandián, que repitió el grito “no se ve!” ante la imposibilidad de responder un tiro; la pelotita había entrado en la zona del sol…
Pero el dobles parece confirmado. Además, luego pelotearon, con gran intensidad, Del Potro y Mónaco, quizás los singlistas para el viernes, si el capitán Vázquez se decide por resguardar a David y hacerlo jugar el dobles, para luego, con los resultados puestos, armar la estrategia para el domingo. Todo parece un partido de ajedrez, con especulaciones variadas.

VLUU L200  / Samsung L200España tiene menos dudas. En realidad, casi no tienen dudas. Creen, aunque no lo manifiesten, que la Copa se quedará en casa. Es algo que sienten todos. Jugadores, entrenadores, aficionados…hasta los taxistas la miran con desdén, “acá sólo interesan Betis y Sevilla”, afirmó el conductor que nos transportó desde el aeropuerto al hotel.

Incluso, una encuesta de la edición española de la revista World Tennis, refleja unanimidad en la victoria local. Sólo varía el resultado; hay quienes pronostican un 5-0, otros (la mayoría) se inclina por un 3-1, y los menos sostienen el 3-2. Pero casi nadie cree en la sorpresa de Argentina. Ni siquiera se lo imaginan.
Descuentan los puntos de Nadal, y casi también los otros. La confianza es absoluta. Claro que deberán tener en cuenta las palabras de David Ferrer: “Si hay alguien que nos puede ganar, ése es Argentina”. Un mensaje de cautela entre tanta confianza ciega. Un toque de alerta necesario, para que la superioridad manifiesta no se vuelva un “boomerang”.
Las cartas empiezan a jugarse, las horas corren y la Copa entra en su cuenta regresiva.
Las armas se empiezan a afilar y la concentración le gana a las horas. La serie está por empezar y la Argentina se detiene a vibrar por el tenis.

 

Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Sevilla, España)